En Mi Mundo de Colores, cada fin de curso es mucho más que una despedida: es una celebración del crecimiento, del aprendizaje y del arte como parte fundamental del desarrollo infantil. Este año, tenemos el orgullo de presentar nuestra obra de teatro Ratatouille, una historia que nos inspira a soñar en grande, sin importar el tamaño o las circunstancias.
Ratatouille cuenta la historia de Remy, un pequeño ratón con un gran sueño: convertirse en chef. A través de su aventura en una cocina parisina, nos recuerda que todos tenemos el derecho y la capacidad de perseguir nuestras pasiones.
Elegimos esta obra porque creemos firmemente en su mensaje: cualquiera puede lograr lo que se propone con esfuerzo, valentía y amor por lo que hace. Para nuestros alumnos, interpretarla no solo significa aprender diálogos, canciones y coreografías. Significa entender el valor de la perseverancia, la importancia de trabajar en equipo y el poder de creer en uno mismo.
A lo largo del proceso de preparación, los niños desarrollan habilidades de comunicación, coordinación, memoria, expresión emocional y artística. Pero sobre todo, viven la experiencia de formar parte de algo más grande: un proyecto común donde cada uno, como Remy, aporta su talento único para lograr una presentación llena de magia.
La cocina, los personajes, los desafíos y triunfos de esta historia reflejan el mismo camino que recorren nuestros pequeños artistas día con día: aprender, equivocarse, intentarlo de nuevo, y finalmente, brillar.